Alterioridad es un concepto que aún no está contemplado en el diccionario de la Real Academia. Sin embargo, expresa una realidad particular que no termina de recogerse en ningún otro término por sí solo. La «alterioridad» sería algo así como el camino interior, que se engrandece a través del otro/Otro, como dirían los latinos el «alter» (Cfr. voz latina «alter»). «El otro» como elemento imprescindible para activar las relaciones entre personas que, al mismo tiempo, provoca un viaje al interior del individuo al impactar en su corazón. O también, en algunos casos, el encuentro con el Otro. Cuando hablamos del «Otro», evocamos en nuestra propia persona una dimensión espiritual que no se circunscribe únicamente al ámbito de lo religioso. Se experimenta en un sentido trascendente, en cuanto que transciende a la persona, y que va más allá de ella misma. Para unos puede conducir hacia una divinidad religadora y para otros hacia la conexión con aspectos esenciales de la vida que atañen al ámbito de lo espiritual. El proyecto Alterioridad pretende crear un espacio para todos, sin necesidad de exclusión. Entendemos que la educación en la interioridad amplifica y renueva la dimensión espiritual y trascendente en el alumnado, más allá de su religión o creencias.
Cada vez más se pone de manifiesto en el ámbito educativo la importancia de la educación en la interioridad, el Mindfulness o la meditación, en definitiva técnicas para el cuidado del interior de la persona. Desde este proyecto hemos querido poner todo esto en relevancia. También complementar todo ello, yendo un paso más allá con la propuesta de Alterioridad. Más que oponerse a otras visiones o metodologías, consideramos que esta propuesta, complementa, amplifica y enriquece la Educación en la Interioridad.
Se trata de favorecer y proveer de apoyos y entornos adeciados, para que esas experiencias personales, se proyecten e irradien a toda la comunidad educativa, para que esta respire al ritmo de sus propios procesos de enseñanza-aprendizaje; que provoquen silencios, armonía, equilibrio, compromiso, solidaridad, creatividad, mediación entre iguales… En definitiva, que generen entornos positivos y seguros locales (aulas-comunidad educativa) que provoquen impactos globales (con repercusión sobre la sociedad).